Nos fuimos. Después de muuucho tiempo, hicimos las maletas y pusimos rumbo al Norte. Más al Norte si cabe.
Con unos cuantos kilómetros de por medio, llegamos a Cabárceno, el punto de partida a un finde rodeados de animales, y naturaleza.
En el post de hoy: planes con niños, Cabárceno. ¿Te quedas a verlo?.
EL PARQUE
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno fue, en origen, una explotación minera a cielo abierto, de ahí la orografía de su terreno y la caprichosas figuras de sus rocas. Se trata de un espacio natural donde conviven más de 100 especies de animales diferentes de los 5 continentes.
¿CÓMO MOVERSE POR EL PARQUE?
El parque está conectado por unos 20km de carreteras aproximadamente. Dichas carreteras comunican las diferentes zonas y pueden recorrerse en coche, o a pie, pero creo que no os lo recomiendo, jaja.
Para ver cada zona un día no es suficiente, y menos si vas con niños. El hecho de subir y bajar del coche, sacándolos y metiéndolos en la silla se hace un poco incómodo y se pierde mucho tiempo.
También se puede utilizar el teleférico. Una buena idea para tener otra perspectiva y ser conscientes de la magnitud del parque. Hay dos líneas distintas con las que podemos ver la totalidad del mismo desde las alturas. No apto para aquellos con miedo a las alturas.
HORA DE COMER
Dentro del parque hay restaurantes, la mejor idea para comer si tienes intención de seguir con la visita. Aunque los restaurantes de fuera tengan mejor precio, no vale la pena recorrer el camino para salir, ni esperar para volver a entrar ya que el parque está bastante concurrido. Otra opción es llevar comida de fuera y hacer un picnic si el tiempo lo permite.
ESPECTÁCULOS
Recorrer el parque en sí es un espectáculo maravilloso, pero podemos ver, a mayores, un espectáculo de leones marinos dos veces al día, entretenidos y respetuosos con los animales.
También podemos presenciar una demostración de aves rapaces.
¿DÓNDE ALOJARSE?
Teniendo en cuenta que íbamos con niños, y que teníamos previsto pasar el día al completo en el parque, la cercanía era un requisito imprescindible.
Nos alojamos en ‘Posada Naturae’, situada a unos metros de la entrada del parque, y desde cuyas ventanas se puede divisar parte del mismo.
De reciente apertura, es un alojamiento de estilo minimalista, cómodo y acogedor cuya ubicación lo posiciona como favorito, en mi opinión.
Tienen servicio de desayuno, ¡y qué desayuno!. Ofrecen un montón de opciones variadas y para todos los gustos. No es posible, sin embargo, comer ni cenar en el establecimiento.
Pudimos reservar las entradas con ellos, y las chicas que nos atendieron fueron muy atentas y serviciales, y nos facilitaron cuanta información precisamos.
CONTINUARÁ…
