El amor propio es algo que nace fruto de la madurez. De repente todo encaja, te encuentras a ti misma, sabes lo que quieres y el camino que tienes que tomar para conseguirlo, y tú personalidad se convierte en un refugio donde los miedos no tienen cabida.
Pero hasta llegar a éste punto, en la relación contigo misma has tenido idas y venidas, reproches, quejas y lamentos. Hasta éste momento eras vulnerable a las críticas, a las opiniones y a ti misma en su versión chunga.
Hasta este momento no te habías parado a pensar en que tus complejos son las virtudes de otro, y que cada uno de nosotros somos únicos y especiales por alguna razón más allá de lo físico y lo visible.
Qué importante es quererse, porque en los momentos difíciles, cuando te mires al espejo ahí estarán de nuevo; los mismos miedos, los mismos peros de siempre, y sólo tú podrás borrarlos y aprender a caminar con paso firme y decidido.
Quiérete, quiérete mucho. Cuídate, mimate y sé sólo aquello que quieras ser.
continuará…